martes, 16 de noviembre de 2010

El entusiasmo del cambio

 
La reflexión y acción de la comunicación tiene muchas dimensiones y áreas de práctica: el trabajo en equipo, el liderazgo, el cambio, los medios de comunicación, la identidad, la comunidad. En este tiempo, una de las más presentes es la del cambio.
Constante o frecuentemente, nos cambiamos de lugar de país, ciudad o barrio. Pasamos de un trabajo a otro, o, los cambios que se producen dentro de nuestro mismo entorno laboral son tan grandes que equivalen a un tomar un nuevo empleo. Cambian los mercados, los sistemas políticos, las culturas, nuestros grupos de pertenencia.

Generalmente los cambios producen stress o dificultad, nos sentimos objetos y no sujetos o protagonistas del cambio. Más que verlo como una oportunidad de expandir, transformar o mejorar nuestra situación, lo vemos como un obstáculo que amenaza nuestra situación de confort y comodidad actual.

En el laboratorio “Entusiasmo para el Cambio” queremos entregar distinciones y capacidades comunicativas para que las personas sean protagonistas de sus procesos de cambio, generen las mejores opciones en los nuevos escenarios, aprendan a gestionar su identidad para potenciar sus posibilidades y las de sus comunidades.

martes, 9 de noviembre de 2010

Hazte cargo de tu imagen

Por Mauricio Tolosa 


Las imágenes país

Los gobiernos invierten considerables sumas de dinero para proyectar internacionalmente  la imagen de sus países: “Chile hace bien”, “Colombia, el riesgo es que te quieras quedar”, “Nicaragua, un país con corazón”, “Venezuela, conocerla es tu destino”, ”Brasil, sensacional”. A estas campañas pagadas, orientadas principalmente al turismo,  se suman otras imágenes y textos, las de las noticias de la televisión,  los periódicos o las revistas, que probablemente tengan más influencia en las decisiones de las personas que las de la publicidad.

Esas noticias y campañas configurarán una representación y una emoción que influirá fuertemente en lo que las personas percibirán que es posible realizar en ese país. Por ejemplo, si lo elegirán para pasar sus vacaciones, o si será un lugar seguro para invertir sus ahorros, o si comprar y consumir los productos de ese país es recomendable o no.

¿Cuántos potenciales visitantes estarán dejando de viajar a México, debido al clima de guerra, los asesinatos y las  ejecuciones, que vemos a diario en los medios de comunicación? Para que un turista elija y llegue a un resort en la playa o a un hotel en una ciudad, entre las miles de opciones que ofrece el planeta, se requiere un conjunto de acciones y circunstancias muy precisas y hasta algo de “fortuna”.

Tu fama te precede

Con las personas pasa algo similar, a lo que sucede con la imagen de los países. Cuando quieren postular o realizar un trabajo en una organización, envían su versión oficial, el curriculum vitae, como carta de presentación. Pero la mayoría de las personas ya tiene una imagen más completa a disposición de todos, construida por los posteos, fotografías y opiniones en las cuentas de twitter y facebook. Antiguamente, la fama precedía solo a los grandes guerreros y conquistadores, hoy, en el mundo de las redes sociales, la imagen nos precede a casi todos.

Siempre se destaca la importancia de la vestimenta, para generar la primera impresión cuando alguien postula a un trabajo; a través de las fotografías de facebook se puede ver el closet completo. Los mensajes y “twiteos” pueden mostrar si la persona tiene una buena ortografía, la consistencia de sus opiniones, cuáles son sus hobbies o adicciones, con quiénes se relaciona, qué lugares frecuenta, si es seria en relación a su carrera, o si es optimista o positiva. Haz la prueba, recorre las cuentas de tus amigos en facebook, y evalúa con cuáles de ellos te gustaría trabajar o desarrollar un proyecto. La mayoría de las veces inconscientemente, las personas tienen un relato sobre sí mismas, mucho más elocuente que el que presentan en su CV.

En América Latina, las creencias políticas suelen ser radicales, por viejas o nuevas heridas, y tiñen todos los ámbitos de la vida, en todas las esferas y niveles. En ese contexto, por ejemplo, construir una imagen política “dura” podría significar perder una opción laboral, tanto en el gobierno como en la empresa privada, si el empleador tuviera ideas contrarias. Cabe preguntarse si esto debe o no ser tomado en cuenta al momento de contratar a alguien, o, si la vida laboral está o no relacionada con la vida privada. Pero es un hecho que la imagen que proyectamos y cómo los demás nos perciben, determinan nuestro espacio y posibilidades de acción y realización. 

Tu imagen, ¿un aliado o un obstáculo?

Si queremos gestionar nuestra imagen, hacer de ella un aliado, primero debemos preguntarnos,  quiénes somos, qué queremos ser, cómo y con quiénes queremos vivir. Esas respuestas deben orientar la selección y organización de las fotografías, textos, declaraciones que construirán el relato con que otros se formarán una “imagen”, una idea de nosotros.

Hoy, todos somos activos productores de contenido, a menudo, inconscientes del poder de abrir o cerrar puertas que tenemos con una nota, una fotografía o un twitteo. Darnos cuenta y hacernos cargo del poder del relato y la “imagen”, de cómo determinan nuestras posibilidades, es un paso decisivo hacia la realización de quién queremos ser y en qué mundo queremos habitar.

Publicado en el blog en Terra

lunes, 8 de noviembre de 2010

Más serendipia, menos anteojeras



Una amiga, me comentaba con decepción que los líderes ya no conversan, que van acelerados, como caballo con anteojeras, obstinados en mantener el rumbo hacia una dirección que no convence y sin hacerse cargo de los problemas más graves de nuestro tiempo.

Esa reflexión me recordó la palabra serendipia que siempre me ha llamado la atención por su sonoridad juguetona, y por el estado asombroso que describe. Serendipia es un estado en que uno está dispuesto a encontrar lo que no se estaba buscando, a valorar correctamente lo imprevisto.

Algunos de los inventos más grandes de la humanidad se hicieron por personas que estaban u otorgaban un espacio importante a este estado: la llegada de Colón a América, el principio de Arquímedes o el descubrimiento de los antibióticos o el post it.

La serendipia no es una coincidencia, o una chiripa, no es el mero hecho. Serendipia, requiere que las personas estén en un estado de apertura, de presencia, de atención y lucidez para darse cuenta que ese hecho fortuito abre una posibilidad maravillosa, un espacio de nuevas oportunidades, de renovación, de innovación.

Abrir la agenda, tomar un camino distinto, apagar la televisión y conversar, escuchar una música diferente o abrir un libro, son presentes que nos podemos hacer cualquier día y si lo hacemos en estado de serendipia quizás mañana tengamos nuevas posibilidades como personas y como país.


Columna de Mauricio Tolosa, Radio Bío Bío 24 de agosto 2009
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